Se informó que el día de ayer, presos de la Penitenciaría del Litoral, considerada una de las más grandes y violentas de Ecuador, recibieron a policías y militares con disparos y granadas cuando éstos intentaban ingresar a la prisión con el fin de controlar el motín y trasladar a un nuevo grupo de 417 reos.
Las autoridades reportaron que al menos 15 policías y servidores militares resultaron heridos en este operativo llevado a cabo para recuperar el orden, luego de que enfrentamientos previos entre los reclusos dejaron a dos fallecidos y ocho heridos.
A sabiendas de lo ocurrido, familiares de los presos se reunieron en las afueras de la cárcel para recibir noticias. Un reportero de la Afp fue rociado con gas lacrimógeno por las fuerzas armadas que le exigieron borrar las imágenes de su cámara.
Las detonaciones que se escuchaban desde la mañana, cesaron en la tarde. Se podía observar a militares y policías con armas vigilando la prisión desde los techos. Información dada por una mujer que no quiso revelar su nombre, dijo a la Afp que su familiar estaba dentro de la cárcel, y estaba siendo controlada por organizaciones de narcotraficantes.